Mohedas de la Jara
A pesar de ser un pueblo pequeño, Mohedas es muy rico en patrimonio cultural e histórico.
Iglesia parroquial de San Sebastián
Considerada por los mohedanos “la catedral de La Jara”, no sin cierta razón, como veremos.
Se accede a ella por una puerta situada en la base de la torre, que es de construcción posterior al resto de la iglesia. En esa puerta podemos admirar un peculiar arco conopial sobre el que se ven a ambos lados dos medallas de estilo con el sol y la luna labrados en piedra. Tiene otra puerta en la fachada sur, formada por un arco de medio punto protegido por un recuadro o guardapolvo con ménsulas.
En el interior advertimos tres naves separadas por columnas de estilo renacentista en las que apoyan arcos rebajados. Destaca el esbelto arco triunfal apuntado con sus perfiles y columnillas de arte ojival, que indicaría una construcción más antigua tal vez del siglo XV. El retablo mayor probablemente labrado en el siglo XVII es de cierta calidad y el presbiterio se encuentra adornado con paneles de cerámica de Talavera del siglo XVI, similares a los de la talaverana ermita del Prado, destacando un escudo de armas y las imágenes de la Virgen y Sán Sebastián enmarcadas en motivos geométricos y vegetales. En el suelo se encuentran algunas lápidas de enterramientos fechadas en 1680 y 1709.
Las primeras noticias de esta iglesia se remontan a 1427. Los archivos parroquiales, conservados casi en su integridad, dan fe de la riqueza de la iglesia de Mohedas, expoliada por unos bandoleros en 1759. La parroquia siempre tuvo varios presbíteros o capellanes dependientes del cura. Hubo también un alto número de cofradías, capellanías y hermandades. A la vista de estos datos, no es de extrañar que durante más de quinientos años, Mohedas haya sido el lugar de la comarca con mayor número de vocaciones religiosas.
Interior y exterior de la iglesia de Mohedas
Detalle del zócalo de cerámica
Ermita de Ntra. Sra. del Prado
Otro de los monumentos señeros de Mohedas es la ermita
de Ntra. Sra. del Prado, patrona de Mohedas, de
estilo renacentista, con planta de tres naves separadas
por columnas de arte dórico. A los lados de la puerta pueden
verse unas aras romanas. Tiene una airosa espadaña
(para provecho de las cigüeñas) en la portada principal.
Se cree que sobre un templo romano se edificó primero
una iglesia llamada la Panchosa (de cuya existencia se
tienen pruebas en el año 1427) y posteriormente la ermita.
Emplazada junto al camino hacia Puerto de San Vicente,
era parada obligatoria para los peregrinos que iban a
Guadalupe. Hace pocos años se restauró, edificándose
un camarín para la Virgen, de tal forma que se puede girar
la imagen para besar su manto. La imagen de la Virgen
del Prado es muy venerada en el pueblo. Así, en el año
1940, según consta en el Archivo Parroquial, se constituyó
la “Piadosa Cofradía de mujeres de Nuestra Señora la
Virgen del Prado”, aunque su origen parece ser anterior.
Actualmente cuenta con 100 hermanas.
Interior y exterior de la ermita de Mohedas
Casa del obispo
Otra visita inexcusable es la casa del Obispo Juan Álvarez
de Castro (1724 – 1809), sin duda el mohedano más
universal, que llegó a ser obispo de Coria (Cáceres). El
obispo Álvarez nació en Mohedas en el seno de una familia
noble de acomodados labradores. Tras ejercer como
capellán en Mohedas, fue párroco de Piedraescrita, Azután
y San Justo de Madrid. Fue consagrado obispo de
Coria en 1790. Durante la Guerra de la Independencia publicó
varias cartas pastorales contra la invasión francesa
y colaboró con los españolistas entregando importantes
cantidades de dinero a la Junta de Badajoz. Por todo ello
fue asesinado a tiros en su retiro de la localidad de Hoyos
de la Sierra por una columna de soldados franceses al
mando del mariscal Soult, procedentes de Ciudad Rodrigo.
Tenía 85 años. En la casa puede admirarse una portada
con inscripción en la piedra que detalla su pertenencia
al obispo.
Retrato de Juan Álvarez de Castro
Ayuntamiento
En la plaza, muy cerca de la iglesia se encuentra el Ayuntamiento,
ubicado en el antiguo depósito de grano o Pósito
Real, construido en 1792 en la época de Carlos IV,
según cuenta la inscripción de la puerta principal.
Plaza de Mohedas con el ayuntamiento al fondo
Sitios de interes en el campo
Continuando nuestra visita, merece la pena salir al campo
y acercarnos al Puente de Cubilar, en la carretera de
Campillo, construido en 1790 por el citado Juan Álvarez
de Castro, al igual que las 14 cruces de piedra del viacrucis contruido por el mismo de las cuales casi solo se conserva intacta la que se encuentra en el interior del cementerio, estando el resto muy deterioradas o desaparecidas.
Merece la pena visitar la fuente de la Andilucha,
de antiquísimo origen, y la del Zauceral.
También interesantes son los
restos de los molinos del arroyo
Pedroso (hasta diez llegó a tener
Mohedas), asi como los chozos y demás arquitectura tradicional campestre hecha con pizarra abundante en la zona.
Fuente del Zauceral
Fuente tardorromana de la Andilucha
Chozo
Puente del cubilar
Museos del Juguete y de la Guerra Civil
En Mohedas estaba ubicado
hasta hace poco el Museo Castellano-
Manchego del Juguete,
donde se podían admirar más de
4.000 juegos y juguetes de las más prestigiosas fábricas
españolas y de países como Japón, USA, Francia, Alemania,
Inglaterra, la antigua URSS o Portugal. De titularidad
privada, problemas familiares han originado al parecer
la separación de sus fondos y su traslado a otra Comunidad
Autónoma. ¡Qué pena que las autoridades no
hayan podido evitar este nuevo descalabro para nuestra
comarca! También hay en el pueblo una importante
colección de recuerdos y documentos sobre la Guerra
Civil Española, recopilados por el Dr. D. Antonio de la
Fuente Tardío.